miércoles, 11 de marzo de 2009

HISTORIA

.......cuidado!!!! me dijo levantando el tono de voz, y devolviome la flor que le di un dia

encontrando una razon para terminar conmigo, sin tener mucho que decir mis motivos
se guardaaron en un baúl, en el cual aquella flor se marchitó con el tiempo. Ese diasenti la enorme necesidad de ella mas que nunca, mas que siempre, tendiome sobre la cama mi cabeza rondaba y se preguntaba en que habia
fallado que era eso mal que hice para que me devolviera el amor con tanta fuerza
Tomé la flor de nuevo y ella inesperadamente volvió a mi mente como si fuera un
pensamiento mas, como si en verdad lo que me habia dicho hubiese sido un sueño, un sueño del cual no quisiera acordarme, un sueño que ahora lo olvido, que ahora lo arrojoa la nada.

Despues de todo, mi corazón siempre le perteneció, mi pensamiento y mi alma siempre

estuvieron a su lado rondando poco a poco las esquinas de mi corazón, las esquinas que se unieron de nuevo para formara un nuevo ser.


Tirando de mis ropas, mi corazón poco a poco fue saliendo a la luz y al calor que en ella encontraba, sabiendo que un día podria volver a sentir aquellas cosquillitas en mi interior, sabiendo que en algún día mi corazón la volvería a amar.

Hoy escribiendote esto, puedo asegurar que mi corazón es el mismo que te ama y te extraña, que es él quien hace sentirme vivo de nuevo gracias a que palpita para verte feliz, vive por una única razón, amarte un poco mas.

SIMPLEMENTE............
SIMPLEMENTE


MEDIO DIA

Un día decidí salir a la plaza de mercado a caminar, encontrandome caras nuevas, conocidas y un tanto extrañas. Camine por la plaza con toda la algarabia de ese momento, las personas disfrazadas de gente común, pero que en el fondo todas eran irónicas.


Caminé y caminé por el interior de la plaza, sin rumbo, sin algo que me guiara a algún lugar, sin algo de lo cual me pudiera preocupar, sin sentir la mas mínima sensación, sin gestos, sin rostro, sin mas.

Decidí sentarme en aquella banca en frente de la capilla, estaba vacía un tanto vieja pero útil para ese momento.

Las campanas sonaban y sonaban

el ruido de ese momento me enloquecia, me molestaba, me aturdia los oidos, las personas gritaban, las campanas gritaban, el viento gritaba.

Un sol sofocante envolvia a la plaza y a sus ocupantes, fuertemente nos abrazaba en un calor interminable. Yo, un tanto recostado en la banca decidí tirar mi mirada hacia el cielo azul y despejado cubriendome los ojos con la mano queriendo cubrir el sol con un solo dedo, como lo leí en un libro, miré fijamente una nube que se movilizaba por el cielo en ese momento, tenía forma de una flor, no!! mas bien de un girasol marchitado, la miré y la miré sin fijarme en que mis ojos estaban ciegos por la intensidad de luz en es momento.

Cuando me di cuenta de eso, tomé mis ojos y los voltee hacia la tierra, poco a poco mi vista se fue aclarando y divisando a lo lejos la capilla.

Se hacian las 12:30, justo cuando las personas de la iglesia van a su misa semanal, según, a desahogar y desacer los malos pensamientos y buscar el perdón por lo malo que hicieron las semana que transcurrió, bueno a mi no me interesa si se los perdonan o no lo único que me interesaba en ese instante de mi vida era encontrar la felicidad encontrarme a mi mismo con una cara alegre, con gracia, con tranquilidad y con gestos.

Empezé a observar a las personas que entraban y a algunas descaradas que salían de la iglesia.

Mire en silencio con la algarabia de la plaza y el desorden dentro de ella.

Quieto, acalorado, sudando por el fuerte sol del medio dia.

Me derretian las pocas esperanzas que me quedaban por encontrar la anhelada felicidad, me quemaban la poca fuerza que tenia para seguir caminando, las pequeñas ilusiones por un mañana mejor, se me acababan, se consumian, se desvanecian.

Voltee hacia el interior de la plaza y observé cuidadosamente a cada sujeto dentro de ella, unos atentos, otros descuidados, otros alegres, aburridos, gritando, furiosos, sorprendidos, unos cuantos comiendo, otros pelando papas, algunos cortando el platano, rebanando la sandia, sirviendo jugos, el almuerzo, en fin millares de gestos y acciones que en las cuales no me habia involucrado.

Luego de eso seguí observando aún mas adentro como si fuera a encontrar algo miraba y miraba , el ruido me atiborraba los oidos, los ojos y hasta la cabeza.

De pronto mi mirada se detuvo bruscamente por culpa de , segun mi criterio, un ángel caido del cielo o quizá de mas alla.

No sabía si era que estaba viendo algo real o fantástico. Dude debido a que no vi reaccion alguna de las personas de la plaza, no se sorprendian ni se aterraban, parecia como si esa persona a la que yo estaba viendo no estuviera en realidad ahi parada viendo aquellas manzanas rojas.

Entonces fue cuando pense que habia muerto y no me hubiera percatado que mi vida se esfumó en un segundo o tal vez nunca existí y hasta ahora me di cuenta de eso. La verdad no lo sé.

Sólo sé que en ese momento mi alma salto y de un solo brinco estaba parado en frente de la banca que me acogía. Reaccioné y me dirijí hacia aquella persona. Mi corazón nunca antes me habia hablado y en ese momneto me asuste ya que me dijo que ella era quien por tanto habia esperado, que ella era quien me podia dar felicidad, era ella quien transpiraba tranquilidad, cariño y alegria.


Me asusté y me aterré al ver ante mis ojos la felicidad. Nunca pense que fuera tan hermosa, pensé mas bien que era un tanto vieja y con un poco de canas.

Me acerque poco a poco a esa felicidad, no se si asustado, emocionado , conmocionado, no sé; paso a paso la veía mas clara, perfecta, brillaba con el sol de ese día, brillaba hasta el punto de pensar que aún seguía mirando al cielo y que todavía no habia terminado de bajar mi mirada.

Me conmocioné, sentí la respiración mas agitada, mi corazón acelerado, "mis nervios de punta", literalmente.

Cuando por fin llegué al momento de tenerla en frente de mi, mi alma se detuvo en un segundo, mi respiración se corto de un golpe, la plaza se detuvo, el tiempo y el espacio no se movian, miré a aquella persona que me asombraba y que me hacia sentir sensaciones nuevas en mi y de un solo brinco, sin darme cuenta habia tomado su mano y me la habia mandado a la cara de un solo golpe , acariciándola, besándola, contemplándola.


Ella aterrada miro el hecho y me arrebató su mano de mi cara y muy asustada y abrumada me dijo: "¿qué es lo que haces?"

Yo aterrado, pensando que habia hecho algo que no tenia perdon lancé mi mirada al suelo en señal de verguenza e inmediatamente despues caí en cuenta de lo que estaba haciendo y dije: "estoy tratando de buscar mi felicidad y tú eres mi felicidad, la encontré"

me voltee y saltando dentro de mi riendome a carcajadas me retiré sin perdirle mas, sabiendo que ya habia encontrado mi felicidad y que no la iba dejar escapar.


Y cuentan que desde ese momento en la plaza se siente las risas de aquel hombre que encontró la felicidad y que en este momento esta haciendo hasta lo imposible porque ella sea feliz leyendo este fragmento.

¿me regalas una sonrisa?

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