lunes, 16 de marzo de 2009

Erase un vez una eterna ciudad que vivia en lo profundo de la tierra, donde no llegaba la luz del sol. Donde solo el frio terreno hacia que la tierra viviera junto con sus plantas, helechos y musgos, fangos, lagos, y rios, uno que otro mar y una linda y hermosa señorita que se entretenia con sus mariposas en su interior.
Aquel mundo que les describo era uno de esos en los cuales los colores no existian, donde la fria noche existia, solamente cuando aquella mujercita sonreia, la tierra de nunca jamas se teñia de colores de arcoiris y de carcajadas.
Porque simplemente tu eres la que le da alegria y color a mi vida.........