domingo, 26 de julio de 2009


HISTORIAS SOBRE HADAS


Capítulo primero:
Inicio del leyendas urbanas.


En el siglo XVI existió en el reino unido una fuerte batalla por culpa de territorios que pertenecieron a una familia de un poderoso rey que vivió en el país cerca del siglo XII pero que familias campesinas habían adquirido gracias a una donación que dicho rey les había brindado.
El ejercito de la nación adquirió un documento en el cual se estipulaba el derecho urgente de adquirir estas tierras que según ellos pertenecían al gobierno. Los campesinos furibundos y molestos no aceptaron la evacuación del lugar, y decidieron enfrentarse a las fuerzas públicas de la nación, sin importarles que les llegase a pasar, ellos ubicaron en la entrada de sus cultivos una defensiva contra el gobierno.
El día en que habían estipulado la evacuación de las tierras había llegado muy temprano el ejercito de evacuación. Las humildes personas que se refugiaban en el interior de aquellas tierras, asustadas pero sin dar marcha atrás, ocultaron a los más ancianos, niños y a algunas mujeres en un rinconcito en el fondo de la tierra que ellos mismos, con sus manos habían hecho para ese fin.
“Llegado el momento ustedes tendrán que huir de este lugar si las cosas se ponen feas”, les dijo Caolite, un señor herrero de la aldea.
Muy preocupados, los habitantes solo asistieron con un sí y observando como poco a poco se alejaban los protectores de la aldea de su presencia, su impaciencia y preocupación se volvieron inmensas.
Ya afuera, la tensión era enorme y se sentía el vacio tan fuerte de una batalla por derechos. Orión (campesino de 32 años a quien la guerra lo había marcado desde muy pequeño), se expreso en ese momento y dijo:”antes de cada batalla puedo sentir el olor a sangre sobre la arena”, y de un grito lanzado al cielo alentó a sus compañeros para defender lo que en realidad era suyo.
Antes de eso, un silencio eterno y perpetuo se sintió en cada árbol, nube, en cada rama, cada roca, en la tierra……….hasta que una flecha lanzada desde el extremo opuesto al de los campesinos arranco con la vida de aquel silencio y un grito de furia, tristeza y rabia derrumbo aquel muro que obstaculizaba el paso entre la humildad y el rencor.
Fue así como aquella batalla se empezó por culpa de la envidia y la soberbia que algunas personas han ganado con el tiempo, y que no acabó sino hasta después de dos días. Al cabo de esos dos días, la tierra que alguna vez se mantuvo casta y limpia de blasfemias y mentiras, se encontraba atirrobada de cuerpos y sangre por doquier, las rocas que escucharon aquel grito de furia y tristeza, eran rocas manchadas con los pecados de los demás. Al final del día segundo, la mancha naranja se perdía en el cielo de occidente y llegaba la noche con sus oscuras y crueles tentaciones.
Crueles a la hora de la ejecución de algunos sobrevivientes campesinos, el ejército del gobierno había alcanzado la victoria y hecho sufrir lentamente a los habitantes que se opusieron a la entrega de las tierras. Caolite era uno de esos pocos sobrevivientes a los cuales el grupo armado tenía para torturar, con la satisfacción de haber sido ellos los triunfadores de aquel evento.

Caolite derribado sobre algunas rocas y manchado en sangre suya o quizá de algún enemigo, estaba pensando en sus pequeños hijos y sus hermanos de la aldea, pensaba en la vida que llevaba hasta ahora, en la gracia de la vida, en la grandeza de la naturaleza, en el espíritu de la hermandad, en los tiempos, en las alegrías, en su familia, en su futuro, en……..
“párese sobre la pared o es que no puede”, interrumpió una voz tonante y muy seca, Caolite lo miró como se lo permitió su cuerpo y con una mirada de tristeza en los ojos se le llenaron de lágrimas los ojos.
Después de esto, los soldados que custodiaban su cuerpo, se echaron a reír, carcajada por carcajada se escuchaba en lo alto de las montañas, en la cumbre de los nevados, en el cielo y quizá hasta en el mismo infierno.
“¿Por qué lloras?, ¿acaso te lastimo lo que te dije?, ¿quieres ir con tu mamita?, ahhhh…. Es cierto creo que tu mamá está por aquel lado, jajaja”, y ubicando el dedo en dirección a una torre de cadáveres señaló a su madre debajo de una mujer que habían decapitado.
Caolite triste y melancólico, inconsolable, se derrumbo sobre el suelo fértil y frio y sus lagrimas se arriesgaron a salir con más fuerza. Sobre la tierra caían sus lágrimas fuerte y tristemente.

Los soldados se atrevieron a preguntarle que si en verdad él era el único sobreviviente de esta guerra o que si al contrario, habían más personas escondidas quizá en algún lugar.
Caolite se dirigió con su mente hacia el escondite debajo de la tierra en el cual se encontraban las personas refugiadas y con una gran boca dijo:”no, estoy solo y soy el único sobreviviente, no hay mas”.
Los soldados creyeron en su palabra y de un zarpazo cogieron su cuerpo débil y lo llevaron a cuestas sobre sus cuerpos hacia un lugar oscuro y lo arrojaron. Varios metros cayó y cuando al fin tocó tierra, su cuerpo estaba destrozado. Con las últimas energías que tenía levanto su frente y observo el lugar, en el cual un trozo de luz entraba gracias a que la luna miraba por una rendija. Escuchó como poco a poco las voces que lo arrojaron a aquel pozo, comenzaban a alejarse hasta desaparecer en un susurro que se confundía con el viento. De pronto, Caolite escucho en el fondo de un oscuro mirar pasos que se acercaban a él lentamente, pero sin fuerzas para poder defenderse de algún otro mal, Caolite no tuvo más remedio que esperar a que la muerte lo viniese a llevar.

“¡¡¡¡CAOLITE!!!!!” escuchó él, y sintiendo manos cálidas sobre su cuerpo divisó entre la poca luz que tenían sus ojos a sus hermanos aldeanos, que hasta el momento no tenía noticias. Su rostro hizo un gesto que reflejo alegría y con una sonrisa, se desmayó sobre los brazos de su hermana.
Al despertar, se encontraban dentro de un refugio que olía a tierra mojada y moho, miró a su alrededor y vió a su familia cuidando de él.

Sus vidas desde ese momento cambiaron, su luz ahora se encontraba con la de la luna, su comida ahora eran hongos, animales de los cuales el hombre sobre la tierra jamás conocerá y sus hogares ahora son un mundo debajo de la tierra.
Sus vidas tienen miedo a ser lastimadas de nuevo, tienen miedo a las personas que están encima de ellos y carecen de mentiras, envidia, egoísmo, orgullo, y por el contrario, su humildad creció más que la que tenían cuando vivían junto a esos seres.
Ahora se alejaron del mundo real y tienen su mundo mágico y lleno de fantasías, sus conocimientos han avanzado y algunos dicen que tienen poderes inigualables, pero es sólo un murmullo.
Y desde ese momento, comenzaron las historias y leyendas sobre aquellos seres que hoy en día conocemos como ELFOS, DUENDES, HADAS…..y que en el mundo antiguo los llaman “Huldre Folk” o “PUEBLO OCULTO”.
Cuentan también que las niñas y jóvenes Huldre son excepcionalmente hermosas y que entre las hojas de los árboles y entre los bosques han observado a un ser parecido a aquellos relatos, pero lo que no saben es que en la oscuridad de la noche ella nos vigila y nos cuida con una mira fija, y un corazón humilde. Algunos mortales la han llamado “LAURA que en la mitología nórdica quiere decir”grito de esperanza”.